Ya hemos hablado sobre la psicomotricidad y de por qué es tan importante para nuestro cuerpo y mente, en todas las etapas de la vida. En este artículo abordaremos un aspecto que todo padre debe tener muy presente en el desarrollo de sus hijos: la psicomotricidad infantil.
¿A qué nos referimos con psicomotricidad infantil?
Cuando hablamos de psicomotricidad infantil, en general se hace referencia al nivel de desarrollo del sistema nervioso central, como principal regulador de movimientos y el funcionamiento cognitivo y emocional.
La psicomotricidad en los niños, abarca todos los factores físicos y psicológicos implicados en su desarrollo, que definen de alguna manera su evolución y crecimiento.
El desarrollo infantil es un proceso complejo. Cuando existen trastornos físicos o psicológicos, el trabajo psicomotriz puede atenuar o incluso eliminar estos problemas, aumentando la probabilidad de tener un éxito mayor si se aplican a edades tempranas.
Pero estas técnicas no se limitan a ser aplicadas solamente como terapias de rehabilitación, aún en niños sin ningún tipo de problemas, pueden ser utilizadas para mejorar desde sus capacidades de lecto-escritura hasta para fortalecer su confianza y autoestima.
La importancia de la Psicomotricidad infantil y cómo estimularla
Estimular la psicomotricidad infantil, es decir en niños y sobre todo a edades tempranas, resulta muy beneficioso para su desarrollo físico y psicológico.
Se ha demostrado que aquellos niños que han recibido una estimulación temprana, suelen alcanzar más rápido algunas destrezas y habilidades musculares, a la vez que desarrollan más rápido su pensamiento crítico, tienen una memoria mejor y logran mantenerse concentrados durante más tiempo.
Pero estos no son los únicos beneficios de la estimulación psicomotriz infantil. Algunos de estos beneficios complementarios, son:
- Facilita la adquisición del esquema corporal, permitiendo que el niño sea consciente de su propio cuerpo. Es decir, trabaja sobre la consciencia corporal.
- Favorece el control muscular y ayuda al niño a dominar con mayor facilidad su cuerpo y los movimientos que realiza.
- Ayuda al control postural, la lateralidad, el equilibrio, la coordinación y el sentido del espacio.
- Estimula la percepción y la exploración del entorno.
- Fomenta el aprendizaje, la concentración y estimula la creatividad.
- Ayuda a que el niño se oriente en tiempo y espacio.
- Estimula la expresión emocional y facilita las relaciones sociales.
- Ayuda a enfrentar y superar algunos temores relacionados con la percepción corporal y las capacidades.
- Reafirma el autoconcepto y fortalece la autoestima del niño.
¿Cómo estimular la psicomotricidad en los niños?
Como ya lo hemos comentado, la psicomotricidad infantil es básica para la correcta evolución de un niño, y está directamente relacionada con capacidades como la lecto-escritura.
La forma natural en que un niño la trabaja, es a través del juego y el movimiento.
El boom de los juegos electrónicos y los cambios sociales de los últimos años, hacen que los niños cada vez jueguen menos y empezamos encontrarnos con un problema de sedentarismo infantil. Se debe incentivar y ayudar al niño a recuperar los valores del juego tradicional. Y cuando hablamos de “juego tradicional”, nos referimos a que juegue sólo o en grupo, y que con ese juego, empiecen a hacer trabajar su imaginación.
La imaginación es el paso previo a la capacidad de abstracción. Esta capacidad es básica no sólo para el aprendizaje intelectual, si no para desarrollar conceptos como la coherencia y la lógica, o ser capaz de sacar la idea principal de un problema o una conversación.
Desarrollar la capacidad de abstracción ayuda al niño a manejar las situaciones del día a día.
Intorus niño, movimiento e imaginación.
Intorus ofrece un enfoque de trabajo integral de la psicomotricidad en los niños, basado en el juego y el movimiento. Consigue que el niño se emocione con lo que está haciendo, ¡y que lo haga mejor!
Intorus es divertido y agradable, al tiempo que se adapta a las circunstancias y características del niño que lo utiliza. Dentro de un contexto terapéutico, vence las resistencias ante la terapia, y evita la frustración, ya que la sensación de estar haciéndolo mal no existe.
Su carácter lúdico, la agradable sensación que produce al utilizarlo y sentirse cómodo en la actividad, hace que los niños que juegan con Intorus, se entreguen a lo que están haciendo obteniendo mejores resultados de la terapia.
Con Intorus se trabajan aspectos psicomotrices sumamente importantes, como la lateralidad y centralidad, coordinación, conciencia espacial, equilibrio, fuerza, optometría y muchos otros.
Pero lo más importantes, los niños son quienes deciden a que juegan hoy. Intorus es todo y nada al mismo tiempo, pasa por una cuerda, vuela por los aires convertido en una onda vital, es la nave espacial de los playmobil, o la corona de una princesa.
Además, se lo pueden pasar juntando las manos, lo que permite jugar entre varios y trabajar la coordinación de grupo, el contacto físico y la interacción con el entorno.
Descargar nuestra guía psicopedagógica.
Descarga la guía completando el formulario de aquí al lado. En esta guía proponemos una serie de ejercicios prácticos, detallando los aspectos que se trabajan con cada uno. Los ejercicios que mostramos surgen también de forma natural dentro del juego libre. Por esta razón se convierte en un juguete inigualable con el que colaborar en el desarrollo psicomotriz infantil del niño.